MOLINO INDIANO

17 Ene

El Molino Indiano…

Este ultimo término, como la huerta de La Olmera,  tenía  para la familia un sentido particular. Mi familia había heredado dos o tres edificios en ruinas; dos de ellos habían sido viejos molinos harineros en el cauce del río Zorita. El primero frente a la era de trillar, el segundo frente a la huerta de arriba que todavía conservaba la planta baja, donde se guardaba al fresco la cosecha de patatas y el tercero, era «el molino de abajo», y para la familia «El molino indiano», que todavía funcionaba para moler el cereal y conseguir la harina de cebada o centeno para pienso de los animales.

Efectivamente, allí había un molino de harina, explotado por el concejo, nada que ver por lo tanto con un “trapiche” o molino de caña de azúcar, un “ingenio” de los que se encontraban en Cuba. A saber cuál era el origen de semejante nombre. Teníamos cerca una finca. Todo el lindero estaba plantado de ciruelos de variedades distintas que ofrecían generosos sus frutos cada año y que tenían para mí un recuerdo en particular. Las ciruelas eran responsables de algún dolor de tripa cada año, pero el lugar, con un arroyo alrededor de la finca, estaba también plagado de zarzas y de espinos y guarda para mí un suceso doloroso de recordar.

Yo tenía siete u ocho años. Montaba a pelo en una yegua que para mí tamaño de entonces era enorme y no debía soportar demasiado a gusto mi ligero peso, el azuzar de mis talonesy mis golpes en la grupa con las riendas.  Yo iba al trote y al pasar junto a la finca, la yegua bajó la cabeza y las ramas bajas de los ciruelos me barrieron literalmente del lomo de la bestia y yo caí entre las zarzas, los espinos y de los endrinos que también allí crecían con abundancia. Aún me duele el recordar el episodio y no sé todavía si fueron  lo  peor los arañazos o me dolió más la humillación y la indignidad de la caída y la vergüenza.

Lecciones de cosas, una vez más.

MIGNONNE…

12 Nov

MIGNONNE…

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 Mignone…

                     « Mignonne, allons voir si la rose…

                                        Pierre de Ronsard)

                                       Dedicado a Blanca…

 

Te presentas frente a mí

como un reflejo

un aura de cristal

quebradiza y firme

__ trasparente la luz sobre el estanque__

te ilumina

la luz de atardecer

que sienta en la muralla

las últimas hojas del otoño,

te sientas a mi lado

sin hablar

y siento

que no hay nada

entre tú y yo

que nos separe,

eres una con el alba perezosa

rota en sangre y carmín

la rosa

que cela tu figura,

se quiebra y se suspende

en el aire tardo,

el dedo acariciante de la brisa

dibuja entre tus labios

la sonrisa,

no hay lugar al silencio

la risa te delata,

vuelve sonoro cascabel a mis oídos

¿qué puedo hacer

sino desear

mientras me sume en lo hondo

tu perfume y tus dedos rompen el hechizo,

el fuego sutil de un roce

entre los labios

y una vaga caricia

apenas insinuada;

nada me dices __ digo__

nada me dices, nada

y el silencio

sólo se rompe

con el primer fulgor de madrugada.

                                               22/10/2013

 

Mariano Ibeas

UN VIAJE EN TRANVÍA

5 Abr

UN VIAJE EN TRANVÍA

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UN VIAJE EN TRANVÍA

En principio el viaje no debía ser más que eso, un viaje más de casa al centro de la ciudad.

Y sin embargo.

El convoy  dio un pequeño latigazo y se paró. Estos sistemas de transporte tan nuevos, tan automáticos, tan sofisticados parecen tener vida propia y tomar sus decisiones de modo independiente, por encima  de la voluntad del conductor… y de los viajeros.

El conductor no daba crédito, estaba nervioso; las pantallas y las lucecitas del tablero de a bordo estaban apagadas. Sólo funcionaban los sistemas de visualización de las aceras, y el micrófono de interconexión __ supongo__ con la unidad central.

Yo estaba  sentado en la primera fila en sentido de la marcha y el convoy iba casi de vacío; un buen lugar para curiosear lo que se cocía en la cabina del conductor.  A mi lado viaja una señora de unos cincuenta años. En el convoy cincuenta o sesenta personas.

El resultado del parón: un traspiés para  unos cuantos viajeros que viajan de pie  y una joven que se queja de un dolor en la muñeca…  Hay comentarios para todos los gustos:

__ “Debe dar parte”

__ “Tiene que pedir un parte”

__ “¿Parte de qué, a quién?”

__ “Parte del incidente al conductor.”

__ “No, que se lo harán en urgencias”.

__ “No, que se lo hará el conductor”

__ “No, pero si ya casi no me duele”

__ “Sí , pero por si acaso, usted vaya a urgencias, que luego nunca se sabe”.

Oigo que la joven habla por teléfono:

__ “Sí, acabo de llegar a Zaragoza… sí, todo bien, sí, enseguida, sí, ahora mismo llego…”

El conductor  habla de nuevo por el interfono y  pone en marcha el convoy;  en la parada siguiente, se acerca la joven a la cabina, explica someramente lo ocurrido y el conductor le pide sus datos, “para confeccionar el parte”. Aparece un inspector, nueva explicación y le ofrece a la joven un papelito con los teléfonos  de contacto “por si acaso”, se deshace en amabilidades y el convoy continúa su recorrido…

                                            ***

Contemplo El Ebro, crecido en una avenida que dura ya casi dos meses, a ambos lados del puente de Santiago como desde un escaparate;  el agua baja color barro a buena velocidad, las últimas lluvias le han dado fuerzas y ocupa el espacio con una subida de cuatro a cinco  metros; los bomberos montan guardia a la altura de Helios y los patos  exploran  las orillas.

Mientras tanto, la señora que se sienta a mi lado llama por teléfono móvil, es un modelo desgastado y antiguo. Le responde una voz infantil. Hoy es martes después de Pascua  y también los días siguientes de la semana, los escolares en esta comunidad no tienen clase…

__ ¿Quién?

__ …. , ….,

__ ¿ El tío Alberto?, no puede ser…

La señora está cada vez más nerviosa, a punto de estallar en llanto.

__“ Tú,  tranquilo, ahora llego a casa, tú tranquilo… ya llamo yo, ahora llego”…

 La señora no acierta a marcar un número el teléfono, el teléfono no funciona, lo estruja, desmonta la tapa trasera, presiona la pila, la tarjeta y al final… lo consigue, marca un número de contacto:

__ “Mi  hermano, Alfredo, ha muerto”.

La señora suspira profundamente, se esconde tras sus gafas, arruga un pañuelo,  se mueve, nerviosa,  rebusca en el fondo del bolso, un monedero, las llaves… aprieta nerviosa un manojo de llaves…

__ ”Señora, ¿le ocurre algo?,¿ puedo ayudarla?”__ esto es lo que pienso, pero no lo digo.

No sé qué podría decir,qué podría hacer en realidad,para ayudarla. “No se deben escuchar las conversaciones de los demás,__ pero la vida se exhibe a través de los teléfonos móviles__, no se debe intervenir, inmiscuirse en la vida de los otros”.  Ciegos y sordos  a lo que ocurre alrededor, somos  sólo viajeros, usuarios, clientes, coincidentes, coexistentes, medio millón de personas que pasan unas al lado de otras… indiferentes, cada día.

Prefiero no pensar. Entiendo que es difícil ayudar, en ese momento y en esas circunstancias…; solamente puedo esperar  y desear que el convoy siga su camino, que no haya más incidentes, que vaya más deprisa, que la señora llegue a su destino, cuanto antes…

Yo me bajo en la próxima.  Un timbre me alerta. La voz del sistema anuncia mi parada.

La señora que durante el trayecto fue mi compañera de asiento en un viaje del tranvía, sigue sentada, a punto de  estallar en llanto seguramente,  pero no lo hará hasta la próxima parada, cuando llegue a su destino, cuando se baje… Yo no lo veré.

Yo me bajo, ésta es mi parada,  la vida sigue…

 

                                                     Mariano Ibeas  2/03/2013

29 Ene

domingo, 27 de enero de 2013

RECITAL POÉTICO EN EL ÁMBITO DEL CORTE INGLÉS

El jueves día 31, para rematar bien el mes, tendré el gusto de compartir escenario -dejémoslo en estrado- con mis amigos RAFAEL CASTILLEJO,MANOLO QUELLE, LUIS TRÉBOL Y MARÍA JOSÉ MORENO. Será en el Ámbito Cultural del Corte Inglés a las siete y media. El tema de nuestro recital poético es LA IDENTIDAD. Un cajón de sastre donde caben muchos buenos textos. Si os apetece la propuesta, allí sabréis de qué va. Entrada libre (observad que aquí los recortes no se notan, porque siempre ha sido así).
Foto: El jueves día 31, para rematar bien el mes, tendré el gusto de compartir escenario -dejémoslo en estrado- con mis amigos RAFAEL CASTILLEJO,MANOLO QUELLE, LUIS TRÉBOL Y MARÍA JOSÉ MORENO. Será en el Ámbito Cultural del Corte Inglés a las siete y media. El tema de nuestro recital poético es LA IDENTIDAD. Un cajón de sastre donde caben muchos buenos textos. Si os apetece la propuesta, allí sabréis de qué va. Entrada libre (observad que aquí los recortes no se notan, porque siempre ha sido así).
Minientrada 10 Dic

¿Y si Van Gogh no se suicidó?

 

¿Y si Van Gogh no se suicidó?

Una de las escenas más desgarradoras de la historia del arte, hasta hace poco incuestionada, señala el 27 de julio de 1890, como la culminación de la vida atormentada de Vincent van Gogh. Con solo 37 años se disparó un tiro en el pecho mientras paseaba por la mismas tierras que acababa de pintar en Campo de trigo con cuervos (julio de 1890), una obra considerada premonitoria del drama que se cernía sobre el artista. Pero la escena, inspiradora de incontables homenajes, podría no ser exactamente así: hubo un disparo, pero no hubo suicidio. Las balas que acabaron con su vida procedían de la escopeta de unos jóvenes cazadores.
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El atleta sudaf…

4 Ago
Pistorius

El atleta sudafricano y primero con discapacidad en participar en unos Juegos Olímpicos, Oscar Pistorius, se ha clasificado para las semifinales de 400 metros lisos después de terminar segundo en su serie.

Pistorius acabó con un tiempo de 45.44, a sólo cuatro décimas del primero, el dominicano Luguelin Santos. Además, el sudafricano ha marcado su mejor marca personal del año.

De esta forma, el atleta se ha clasificado para las semifinales, que se disputan este domingo a partir de las 21.40 horas, hora española.

El sudafricano se mostró muy satisfecho al terminar la prueba: «Estaba muy nervioso al salir a la pista, pero luego me he tranquilizado. Era un momento muy importante, esto es un sueño para mí y he podido clasificarme para semifinales. Me he sentido muy bien y apoyado por este público tan maravilloso he podido meterme en semifinales».

El atleta nació sin los peronés de ambas piernas, una malformación congénita que hizo que se le amputaran ambas piernas a la altura de las rodillas con 11 años.

Para correr, Pistorius usa unas prótesis transtibiales construidas en fibras de carbono que generaron protestas de los atletas rivales, que consideran que le dan una ventaja injusta sobre otros corredores.

En 2007, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) cambió sus reglas para prohibir el uso de este tipo de prótesis basándose en un estudio científico que determinó la ventaja de la que se quejaban los atletas. Por esa razón, la IAAF le negó la posibilidad de competir en las pruebas.

Sin embargo, Pistorius apeló la decisión al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que sí le autorizó a competir en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Pese al permiso concedido, el atleta sudafricano no logró la mínima exigida por la federación y tampoco fue seleccionado en el equipo de relevos. Cuatro años después, Pistorius cumple su sueño.

12 Jun

LECCIONES DE HISTORIA

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6.- LECCIONES DE HISTORIA

En casa había una vieja Enciclopedia Escolar, anterior a las de Álvarez, porque, mirando la parte de la Historia, se terminaba en La Segunda República…  podría ser  un texto __ lo tengo que mirar en el desván de Rafa Castillejo__, posiblemente de la Editorial Dalmau Carles Plá, y tenía bellas láminas y dibujos… podría haber sido una herencia de mis abuelos o la de un tío cura que se llamaba Don Alejandro;  era antigua seguramente, pero estaba impecable. Yo tenía bien aprendida la lección de que los libros eran objetos preciosos y había que tratarlos con cuidado.

Aparecían los nombres y los grabados de Dn. Práxedes Mateo Sagasta, Dn.Niceto Alcalá Zamora, Dn. Manuel Azaña o Dn. Alejandro Lerroux…  Aquello parecía muy raro, porque yo conocía a una antigua maestra que se llamaba Doña Práxedes… ¿y cómo un hombre podía llamarse también Práxedes?. No tenía ningún sentido.

Yo me empeñé en llevarla a la escuela para enseñársela a mis compañeros; algunos no tenían en casa ni un solo libro, ni tebeos siquiera; a mí me parecía también extraño, porque yo  gozaba de un verdadero tesoro de libros en el desván.

Estábamos entretenidos en el pupitre, seguramente apiñados cabeza con cabeza, mis compañeros y yo alrededor de la vieja enciclopedia, cuando apareció Doña Prudencia.

Nos arrebató el libraco de las manos, hojeó un momento la enciclopedia y cuando llegó a la parte de Historia de España, poco a  poco se fue poniendo pálida, y luego roja de ira, y después se puso a gritar y arrancó con furia unas cuantas páginas, las hizo trizas y las arrojó a la estufa que en invierno estaba siempre encendida.

Me gritó enfurecida:

__ “Llévate ese libro a casa y no lo vuelvas atraer nunca más”

Yo no entendía nada y creo que desconsolado me puse a llorar. ¿Cómo iba a saber que en las otras enciclopedias se pasaba directamente de la Guerra de la Independencia al Glorioso Alzamiento Nacional? ¿Cómo iba a explicar aquello en casa?  ¿Y cómo iban a creerme, aunque les dijese la verdad?

__¿ Qué ha pasado? ¿Quién ha sido?

__ Ha sido la maestra, Doña Prudencia.

Mis padres me creyeron, a su pesar.

Lo que hacía o decía el maestro era ley: si te había pegado, era cuestión de callarse, esconder los chichones o los moratones, porque en casa podían pasar de decir: “algo habrás hecho” o “con razón te lo has ganado”,  o incluso, no decían nada y aumentaban la paliza…, aunque mis padres no eran de esos, era imposible ocultar el desaguisado y más entender el porqué  de la furia censora de la maestra…

Yo no sabía todavía que la maestra tenía miedo, miedo a perder su trabajo,  que había libros prohibidos y que el ángel del paraíso con su espada vengadora había  expulsado para siempre a determinados nombres del libro de la historia…

Lecciones de la Historia, una vez más.

 

Mariano Ibeas

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EL HIMNO NACION…

10 Jun

EL HIMNO NACIONAL

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5.- EL HIMNO NACIONAL

No era muy habitual, pero de vez en cuando a Doña Prudencia le sobrevenía el ardor patriótico y nos hacía cantar alguno de los Himnos de rigor. Las instrucciones, de acuerdo con los manuales de Formación Política, lecciones para los y las flechas, publicados por las secciones masculina y femenina de la F.E.T. y de las J.O.N.S. establecían  claramente las cosas:

__ ¿Cuántos himnos representan a España?

__ Dos

__¿Cuáles son?

__La Marcha Real o granadera, el «Oriamendi» y el Cara al Sol de la Falange.

Y luego se explicaban otras cosas como “que cantaban el Cara al Sol aún los que no eran falangistas  ”porque era el único que les llegaba al alma y les salía del alma” e incluso se citaban también otros himnos como  La Marsellesa, La Internacional  o  Giovinezza…” Por lo visto, también los antiguos carlistas debían ser recordados, aunque nunca oímos hablar de semejante historia, luego supimos que eran los «carcas»… los que cantaban la Marcha de Oriamendi.

Empezamos a cantar : “Por Dios, por la Patria y el Rey, lucharon nuestros padres…”

Pero todos conocíamos una versión espuria, y a voz en grito, __otra vez a voz en grito__, yo inicié la letra alternativa:

                “Por dos por la pata de buey”

No fue posible seguir.

El Sr. Julián, el marido de Doña Prudencia, que no tenía Don,  que se ocupaba de su huerto y seguramente de la cocina, tenía una dedicación particular. A comienzo de curso  recolectaba por las orillas del río una buena provisión de palos de olmizo, sauce o avellano, de un metro más o menos y del grueso de un dedo, que dejaba secar en un rincón de la escuela, al lado de la estufa y bien a la vista…

La maestra debía tener el oído fino, puesto que enseguida detectó al improvisador__ o sea yo__ entre los chicos y chicas del coro; así que uno de los palos entró en danza y no paró hasta que los golpes sobre mi cabeza y los fallos sobre el pupitre hicieron añicos la vara y saltando en astillas se le quedó en la mano  apenas un palmo que arrojó con rabia a la estufa.

Ahí nació seguramente mi vocación poética.

Mariano Ibeas

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LAS CONSIGNAS…..

9 Jun

LAS CONSIGNAS…

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4.- LAS CONSIGNAS

En la Escuela mixta unitaria se obedecían las consignas, rara vez se cantaba el ”Cara al sol”, pero se cantaba… y se cumplían las instrucciones de la Inspección Nacional de Enseñanza, del Magisterio Nacional Español, o como se llamase, a rajatabla. Doña Prudencia, agradecida sin duda al régimen que le había permitido dar clase apenas sin ninguna titulación, estaba seguramente  a bien con todas las autoridades__  incluido el alcalde__ y eso le permitía con cierto desahogo alimentar su numerosa  prole. Evitaba por tanto los problemas o los indicios de problemas;  era su norma de conducta. Me referiré sólo a dos ejemplos.

Todos los días repetíamos los saludos “buenos días tenga usted”, “buenas tardes tenga usted” y las despedidas “Usté lo pase bien” que,  gritadas a la puerta,  apenas si se entendían, claro, y menos a la salida, las consignas__ si las había__ se repetían aún con mayor apresuramiento y, casi ya en la calle, repetíamos los gritos de rigor. Guardábamos las fiestas y las conmemoraciones: Día de la Raza, del Estudiante caído, de la Hispanidad, de la Unificación, del Alzamiento,  de la Victoria, del Caudillo…, no había día que no fuese día de algo y había que escribirlo en el cuaderno, al lado de la fecha.

Pero no debía de ser suficiente. Una orden de la Inspección del Magisterio  decía que había que escribir todos los días en el cuaderno, además de  la fecha y otros datos una frase, un lema, una consigna:

Ese año __ debió ser hacia 1954__ , se inscribió en la pizarra una frase que debía durar todo el año, que no había que borrar y que había que escribir  a diario en el cuaderno después de la fecha:

“AÑO SANTO MARIANO Y  JACOBEO”

Mira por dónde aparecía mi nombre,__ aunque yo eso  lo supe más tarde y el significado no me lo explicaron hasta muchos años después__ , tampoco  me explicaron lo de “jacobeo”, aunque en 1965, y terminado el Bachiller, participé en un concurso de redacción sobre el tema organizado por el Frente de Juventudes.  Me concedieron un ácesit a nivel provincial.

No debía de ser  un trabajo demasiado bueno el mío, el de los demás tampoco, porque no hubo primeros premios. Pero me dieron un premio a la participación de 1.000 pesetas,  de las de entonces,  y me compré una máquina de afeitar Phillips eléctrica; me debió salir, al mismo tiempo o un poco más tarde,  más espesa la barba.

Del himno nacional, ya hablaremos también.

 

Mariano Ibeas

8 Jun

LA PRIMERA BIBLIOTECA

20120607100246-reyes.jpg2.- LA PRIMERA BIBLIOTECA

No era propiamente una biblioteca, era un armario aparador con dos cuerpos y una repisa en medio. En la parte de abajo se encerraba con llave el material de clase: la tiza, las plumillas, la tinta, las gomas, lapiceros, las pizarras y los pizarrines__ los de pizarra y los “de manteca” para unas pizarras más baratas de cartón encerado__,   los secantes…  Por cierto, la pizarra grande de pared, no era una pizarra de pizarra, se llamaba también “encerado” y era también de cartón encerado…

Los secantes los regalaba Tinta Pelikan y eran generalmente de color verde con dibujos de enanitos en el bosque  que manejaban útiles de escribir, plumillas, tizas, palilleros /paliceros o tinteros de la citada marca. El resto, los materiales de uso particular__ casi todos menos la tiza__ los vendía la maestra  y teníamos que traer el dinero de nuestras casas, por eso había que ser cuidadosos; una pizarra rota no era fácil de reponer…

La repisa del armario aparador, era el soporte para una  fotografía de una imagen enmarcada de un santo, el Patrón  del nombre de la maestra: “San Prudencio, patrón de Vitoria” La maestra se llamaba Doña Prudencia.

En la parte superior del armario aparador __ cerrada con llave__, estaban los libros, era nuestra biblioteca. A veces, sobre todo por la tarde me tocaba leer un fragmento del Quijote, a voz en grito, porque así se hacía todo; la maestra de mala gana me corregía de vez en cuando y me hacía  parar en las pausas;  otras veces era un fragmento de “Cien figuras españolas” y yo me deleitaba con aquellos nombre ridículos “: Trajano”, “Viriato”,  “Álvar Núñez Cabeza de Vaca”, “Hervás y Panduro”, ( para mí “hierbas y pan duro”), pero la maestra no aguantaba ni la más mínima risita. La vara de sauce o avellano que tenía en el rincón repartía justicia a diestro y siniestro.

Me gustaban la aventuras de Luisito  y su viaje  a Barcelona; “Lecciones de cosas” se titulaba el libro. Luisito conocía el ferrocarril, veía el mar y los barcos, visitaba una la imprenta o una fábrica… y yo soñaba con él en la distancia desde un lugar de Castilla, que no tenía ni mar, ni trenes, ni barcos…

Al  final de la estantería  quedaba la “Gramática”, pero esta es ya otra historia.

 

Mariano Ibeas